No son de algodón las madrugadas sin sueño,
son nubes de esparto que raspan
los párpados de la luna.
La avenida parece una serpiente anoréxica,
que se mueve lenta a la sombra
del cerco amarillo de las farolas.
En la playa, parejas comiéndose a besos
en los que no reconozco ni mis labios,
ni tus dedos.
Y un murmullo de agua me arrulla,
me envuelve,
y me promete que, si me quedo con ella
te tendré para siempre.
¿Por qué no aceptar su propuesta?
Qué puedo perder,
si es agosto y tengo frío
Poema del día: "Vitela", de Lucía Sánchez Saornil (España, 1895-1970)
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El abanico de hueso
tiene en la clara vitela
la infantilidad del beso
sutil de una pastorela.
El verde rincón florido
de un romántico jardín
donde con ges...
Hace 5 horas
6 comentarios:
Hay veces que sentir frío es inevitable por mucha temperatura que haga fuera. Veo que sigues desgranado imágenes que emocionan. Besos que te llegen hasta esa playa.
María.
No le hagas caso al agua Ana. está fría y húmeda, miente.
Este poema tuyo me ha dado escalofríos, me da miedo lo que dices.
Ana, encantado e tenerte cerca! es un placer!!! Seguimos!!!
te mando una ola desde el mar azul de Málaga...
Gracias por estar siempre, María.
Un besazo
El poema tiene ya un tiempo, Amparo, por suerte ahora no siento ese frío.
Un besazo, linda
Gracias Mar azul.
Saludos
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