Amigos, me despido de vosotros por este año. Estaré por aquí tratando de leer lo que publiquéis, los que seguís haciéndolo, pero no voy a tener mucho tiempo (esto de la falta de tiempo está resultando ya muy manido, no?) de comentar ni de publicar. De publicar, ni de coña, porque sigo estando en el dique seco, o por lo menos no salen con la asiduidad que yo quisiera.
Este año estaba yo pensando en apuntarme a la moda de hacer balance del idem, pero sabéis qué os digo, que a tomar por saco los balances. Eso si, como no soy Dios, al que me haya hecho daño, que se le revuelva duplicado, y al que me haya hecho bien que se le multiplique por mil y les digo aquello que decía Drexler, “todo se transforma” y el amor que me distéis os llegará transformado en amor (suena cursilillo, pero al que se ría lo esmoño, que yo a mi Drexler le tengo mucha devoción).
Cuando yo era pequeña decía una vecina mía, que el Señor había dicho que viviríamos mil y más años, pero no dijo que fuéramos a llegar al dos mil. Por lo pronto vamos a poner el pie en el 2010. Esperemos que en el doce los Mayas no nos jodan la marrana.
Sólo un deseo para todos, SALUD, SALUD Y MÁS SALUD.
Hasta el próximo año
Poema del día: "El primer día sin mi padre", de Tatiana Grosu (Moldavia,
1999)
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No recuerdo cómo fue.
Ni siquiera sé desde cuándo debería contar
dos días acostado en una caja de madera
en la habitación donde nadie ha vivido desde enton...
Hace 6 horas