Ya hace más de un més que la felicidad llegó a mi casa.
La felicidad tiene ojos grandes,
tus mismos apellidos
y hasta tus dedos de pianista.
Me conmovió tu gesto de nacer
mirando a la vida de frente
y desde ese momento me propuse
mostrarte la libertad de los pájaros.
Te conviene aprender
que la vida es resistencia
y que a los miedos se les vence.
Tendrás siempre mi mano
para ayudarte a caminar
sobre espinas, y también sobre rosas.
Un día pronunciarás esas palabras
que a mi se me negaron:
Te quiero abuela Ana
Una feria estallará en mi garganta,
y cuando escribas mar en las paredes,
vestiré la mejor de mis sonrisas
y te pondré la luna entre los dedos
JARTUM
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Me siento en el banco desde donde se ve el mar.
Lo especial, sin embargo,
no es el inmenso charco de agua azul,
azul como el amor de la infancia.
L...
Hace 5 horas