Ya hace más de un més que la felicidad llegó a mi casa.
La felicidad tiene ojos grandes,
tus mismos apellidos
y hasta tus dedos de pianista.
Me conmovió tu gesto de nacer
mirando a la vida de frente
y desde ese momento me propuse
mostrarte la libertad de los pájaros.
Te conviene aprender
que la vida es resistencia
y que a los miedos se les vence.
Tendrás siempre mi mano
para ayudarte a caminar
sobre espinas, y también sobre rosas.
Un día pronunciarás esas palabras
que a mi se me negaron:
Te quiero abuela Ana
Una feria estallará en mi garganta,
y cuando escribas mar en las paredes,
vestiré la mejor de mis sonrisas
y te pondré la luna entre los dedos
Poema del día: "MORIR, MENTIR, MORIR", de Mette Moestrup (Dinamarca, 1969)
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La voz del hombre-bebé susurra dulce odio, la boca deliciosa, leche maligna,
espumea por las comisuras, cruje en el rastrillo como polvo para maquillar
de ...
Hace 20 horas