Acabo de conocer a Loida y tengo que decir que es verdad que eso del feeling (o como puñetas se escriba) existe, porque ni la distancia generacional, ni la distancia que impone el mundillo en el que nos conocimos - el virtual-, hace ya tres años, han sido óbice para el entendimiento. He tenido la sensación de estar con alguien a quien conocía de siempre y con quien es muy fácil entenderse. Y por fuera, pa que os cuento, está la tía de toma pan y moja, que diría un castizo.
Resumiendo, que he quedado encantada y que espero multiplicar esta sensación por muchos enteros cuando conozca a alguno más de vosotros.
Besos.
PD: Mañana, con más tiempo, haré una crónica más extensa del encuentro, porque no he dicho ni mú de su marido, y el muchacho merece que se le mencione.
Poema del día: "El primer día sin mi padre", de Tatiana Grosu (Moldavia,
1999)
-
No recuerdo cómo fue.
Ni siquiera sé desde cuándo debería contar
dos días acostado en una caja de madera
en la habitación donde nadie ha vivido desde enton...
Hace 4 horas
2 comentarios:
¡Qué bueno!
un beso a ambas ;)
GATO
Besitos grandes a las dos... Y, por cierto, a Loida no la había visto nunca pero a ti sí y te sientan de miedo esos kilitos de menos que se te notan y mucho (por favor, no me engordes).
Besos
Carmen
Publicar un comentario