lunes, 26 de octubre de 2009

Simplemente, gañán.

De qué vas tú, gañán,
de qué guindo caíste.
Diocesillo en tu triste mundo de garabatos.
Ganso con afición al pavoneo.
A qué despliegas tanto fuego fatuo,
si yo sé que te buscas
la neurona entre las rodillas.

Viviste entre mis muslos tu minuto de gloria
y el agua ni hace bises
ni permite la sal en sus heridas.
Encallarán a sotavento
los húmedos jadeos de tu sombra

Mis cicatrices se reservan
derecho de admisión

5 comentarios:

Bletisa dijo...

Jo Anita, casi me da pena el pobre destinatario.
Yo sólo pasaba por aquí pero ne he sentido como una curiosa mirona.
Hago mutis por el foro de puntillas.

Muac.

Childe dijo...

HAY QUE JODERSE PA NO PEDERSE, PERO SEÑORA MÍA USTÉ SE SUBLIMA EN SUS LETRAS, PERO QUITE ESOS BRAZOS EN JARRA MUJER, QUE NO SERÁ PA TANTO.

Childe dijo...

pero hubo o no hubo coyunda, que me tiene en ascuas

Ana Clavero dijo...

Tú no hagas mutis nunca Amparo, que tu presencia es siempre de agradecer.

Un besazo, linda

Ana Clavero dijo...

Que generoso es Vd. D.Enrique!

Le dejaré en ascuas con lo de la coyunda, pero sirva como apunte que a una si le sobra algo, aparte de Kgs, es imaginación, jajajaja.