miércoles, 14 de octubre de 2009

Nos quedan risas (revisado)

Hemos pasado tantas lluvias
que se nos desinventan las caricias
y se nos estrangulan los besos en la lengua

Yo no puedo ponerme minifaldas
y a ti te están creciendo canas
en los reflejos verdes de los ojos

Tuvimos que emigrar de unas cuantas tormentas.
Se replegaron los relojes
en más de una ocasión,
diluyendo la tinta de algún sueño

Hoy tus duendes apenas se aventuran
a trepar por mi vientre,
los míos se emborrachan de desgana;
pero nos quedan risas
para vestir de rojo amaneceres
y hacer que ardan otoños.

4 comentarios:

Luis (Flamel) dijo...

Llueve en Montevideo, la primavera parece no recordar el camino de regreso a este lugar.
Por eso cuando lei este poema ,no pude evitar sonreir: lo confieso ,me gustaria poder escribir así.

Saludos desde una lluviosa y eternamente melancolica Montevideo.

Luis.

PD:por supuesto que si queres podes visitar mi guarida www.usaelreflejo.blogspot.com

Bletisa dijo...

Que no nos falte la risa capaz de incendiar otoños Anita, que nos nos falte.

Ana Clavero dijo...

Gracias por tu visita, Incal. Iré a devolvértela.

Un abrazo.

Ana Clavero dijo...

Ojalá no nos falte nunca la risa, Amparo.

Un abrazo