jueves, 20 de noviembre de 2008

Asaltándome una duda

Estoy leyendo un libro que me recomendaron: Nocilla Experience de Agustín Fernandez Mallo. Podía haber esperado a terminarlo para escribir este comentario, pero no lo he hecho porque, aunque sé que voy a terminarlo, me urge saber, suponiendo que a esto conteste alguien, lo que piensan los demás sobre estas dudas que me asaltan.

Puede que yo no sea lo suficientemente inteligente para leer este libro, que me parece algo así como un experimento y, quizás porque yo me disperso mucho, me cuesta hilvanarle a mi entendimiento las idea que el autor debió de tener al escribirlo.

Nocilla Experience es, como he dicho algo asi como un experimento en el que el autor va confeccionando relatos de ficción sobre retazos de entrevistas publicadas en algún medio, o novelas, o secuencias de películas; tratando de ir casando unos relatos con otros, con la intención de conseguir una historia que pueda ser entendible.

Como idea me parece de lo más original, pero mis dudas vienen cuando me pregunto si algo es bueno por el simple hecho de ser original y si el hecho de ser original es un pasaporte seguro hacia el éxito.
Estas preguntas podrían aplicarse también a la poesía. El hecho de hacer versos con imágenes originales, aunque nadie al leerlos sea capaz no ya de saber lo que el autor quiere decir sino de darle un significado minimamente coherente, es un pasaporte hacia el éxito? ¿ Hay que ser inentendible para ser buen poeta?

En fin, aquí os dejo mi última comedura de coco, por si alguien pasa por aquí y me quiere dejar su opinión.

2 comentarios:

Carmen dijo...

El concepto de bueno o malo es muy subjetivo, Ana... A mí, a veces, me apasionan cosas que a otros les parecen detestables y también sucede al revés... No es mejor lo que no se entiende que lo que se entiende... Eso es una falsedad en la que a menudo caemos hasta los que intentamos escribir... Lo aparentemente sencillo es, con frecuencia, mucho más difícil de lograr que lo otro... Pero bueno... digamos que todo tiene bastante carga de subjetividad... En realidad lo que a uno le gusta le gusta y punto. Sea bueno, malo o regular para otros... Eso creo... Así que si no te convence ese libro o cualquier otro, cierralo. Hay demasiado para leer como para perder el tiempo con algo que no nos haga disfrutar plenamente.

Besotes.

Ana Clavero dijo...

Carmen, he estado esperando a terminar el libro para contestarte. Yo he cerrado muchos libros que no me han gustado, pero con éste me ha pasado algo raro. Sentía que no era para mi, que no estoy lo suficientemente preparada intelectualmente para entenderlo, y sin embargo he seguido adelante. En parte para no sentirme tan torpecita y en parte porque hay que reconocer que la idea es original.

En fin, ya lo he terminado y, aunque no descarto volverlo a leer porque muchas veces he encontrado en segundas lecturas lo que se me negó a aparecer en la primera, confieso que no me he sentido capaz de sacarle el "jugo". No obstante, tengo que decir que algunos de los relatos, como el del cocinero que igual te cocina un CD que una fotografía y cuyo proyecto más ambicioso es cocinar el horizonte, son para quitarse el sombrero.

Gracias por pasar, linda.

Un besote