Cinco años sin escribir y hoy ha salido éste que le debía a mi madre.
Quiero seguir escribiendo,pero si tengo que hacerlo a base de "sacudidas" no sé si me merece la pena.
Te quiero mamá y, aunque a ratos no sepas ponerle nombre a las cosas, sigo necesitándote a mi lado.
Paseas tus febreros
sin recordar, apenas,
al sol que te ayudó
a mantener erguidas las espigas
que germinaron de tu vientre.
Pasas tus horas empeñada
en el afán de unos favores
que ya nunca serán,
y en momentos de luz
cuidas de la risa angelical
de tu cosecha más tardía.
Entre tus simientes no faltaron
humildad y paciencia
honestidad y tolerancia.
Dejabas siempre en barbecho
la hipocresía y el egoísmo,
la prepotencia y la envidia.
Madre cuando llegue el día
te voy a despedir con el sosiego
de saber que otra Ana te espera
Y mientras la cordura ose asistirme
jamás olvidaré
tu generosidad al enseñarme
que hay que tener compasión
hasta de la maldad que hace su nido
en las entrañas secas de la grama